Último y completo dia en Bali

 

Hola a todos!!!

Primero de todo deciros que síiiii, estamos bien, seguimos de viaje y sin parar. Hemos pasado unos días increibles que pronto os contaremos, pero no hemos tenido mucho acceso a internet, así que ahora os ponemos al día de todo.

De momento vamos por el día 11. Os contamos como ha sido nuestro último día en Bali.

Nos hemos levantado pronto y Carlos y Mike hemos ido a darnos un baño matutino a la piscina del hotel. Con vistas a arrozales, la neblina y el sol iluminando los campos de cultivo, el bañito además de refrescante ha sido idílico.

Hemos desyaunado y hemos cogido el free shuttle dirección Ubud centro. Allí nos hemos dado un tiempo para compras y regateos, paseos y demás recados.

En un momento que nos hemos conectado hemos visto que teníamos un email del hotel de las islas Gili (a las que iremos mañana) que decía que no teníamos ninguna reserva hecha en su hotel. Nos hemos quedado a cuadros. Reunión de urgencia! No nos ha dado tiempo de solventar el asunto porque a las 12 nos recogía nuestro gran amigo conductor (lo digo con ironía) para llevarnos a ver más cosas.

La primera parada ha sido en unos arrozales que nos han encantado. Talvez ha sido porque hoy lucía el sol que nos han parecido impresionantes. El paisaje de diferentes tonos de verde, palmeras, terrazas de arrozales con esas formas sinuosas es espectacular (las fotos no hacen justicia). Ahí había que pagar una especie de peaje pero nuestro conductor nos ha parado un poco más adelante y al pasar caminando nos hemos hecho los locos.

La segunda parada ha sido un templo. Ahí hemos tenido que pagar un peaje de coche de unas 45.000 rupias todos más luego individual,  25.000 rupias por entrar y 25.000 rupias por alquilar un sarong. En total era poco más de 5 euros por persona, pero ya nos estamos casando de el negocio que se están montando los indonesios y ahora os contamos por qué.

En las últimas visitas que hemos hecho a templos y a puntos de interés nos estamos encontrado con mucho intento de desbalijar al turista. Llegas a sitios clase y te ayudan a aparcar el coche, paga el parquing, a veces peaje segun las personas que van en el coche, entrada, que si guía, que si compra esto, compra lo otro, te rodean y no te dejan tranquilo, te envían a niños de 3 y 4 años para darte pena vendiendo de todo, te intentan timar(hablando claro) porque a la gente local no les dan las mismas condiciones ni precios. Y eso no fastidia mucho.

Igual que al principio del blog os comentábamos lo agradables que son y más tarde añadíamos pinceladas de que hay mucho aprovechado... ahora estando en Bali esta idea está creciendo.

El turismo en la isla de Bali esta creciendo a pasos agigantados. En 2008 batió el record de visitantes hasta la fecha. Con eso os podéis hacer a la idea del filón de oro que ha visto la gente local en su isla y están aprovechándolo al máximo. En unos años esto acabará deteriorando la esencia de Bali.

Total que segun qué actitudes de los indonesios nos agobian y nos fastidian. Eso no quiere decir que no nos sigamos encontrando con gente divertida, amable y que te ayuda desinteresadamente, pero bueno, Bali es Bali y los sitios turisticos tiene esto, aquí y en todas partes.

Volviendo al tema, que resulta que en los templos que hemos ido a ver hoy (ayer no nos pasó) por entrar en un sitio sagrado tienes que hacerlo llevando una indumentaria correcta. Pues hemos tenido que alquilar la indumentarias (ver fotos) y hemos paseado por un templo de resaca de una pedazo ceremonia que se debieron pegar la noche anterior, porque estaba todo el suelo lleno de ofrendas y demás, así que la visión un poco desoladora.

El conductor quería parar para comer en un sitio carísimo. COmo el día anterior lo invitamos a comer (sabía mal el pobre hombre y total por dos euros) pues esta vez nos llevaba a un bufet de 8 euros a ponerse las botas. Le dijimos que nanai de la china en ese y en un par de intentos más, que queríamos comer más adelante y más barato, pues total que al poco nos paró en un "warung" de los que ya hemos hablado anteriormente, esos puestos de comida casera que la gente monta en el porcho de su propia casa. Dijimos bueno, demosle una oportunidad a la comida casera y auténtica. Pues no fue muy buena experiencia. La comida es la que se ve ya cocinada, es decir ellos preparan una serie de ollas y tu vas eligiendo. La pinta... puf y la higiene ni os contamos. El perro de ayudante de cocina, la señora nos cogía el pollo con las manos y nos apretaba los fideos y el arroz con las manos... muy bonito todo. Las moscas, como no, campaban a sus anchas y revolcándose en la comida y los hombres que teníamos detrás amenizaban con sus masticares (exagerados) la comida. En fin... en el plato nos pusimos algo de arroz blanco al vapor (de lo que mas nos podíamos fiar), fideos, tempe y un huevo muy sospechoso (qué valor!) y hay que decir que alguno de nosotros se dejó en plato enterito jajaja

El mal rollo vino cuando pedimos la cuenta y resulta que tan maravillosos, sabrosos e higiénicos platos costaban igual que un plato en el centro de una ciudad turística. Culpa nuestra fue no haber preguntado los precios antes, pero en cualquier caso estaba claro que nos estaban timando. Rechistamos un poco y creamos una situación un poco incómoda pero al final pagamos y nos fuimos (que ibamos a hacer?)

Nos fuimos a ver otro templo que afortunadamente nos subió el ánimo. Era un templo que estaba como en un valle, rodeado de arrozales preciosos y con varias estructuras templarias carvadas en la roca, un riachuelo y frondosa vegatación... idílico. Que decir cabe que es este útlimo templo también tubimos que llevar disfraces, pero esta vez gratis, así que no nos pudimos quejar. Además de esa, había otra norma: las mujeres con menstruación no podían entrar. Curioso no?

Esa fue nuestra última parada del tour. Por la tarde aprovechamos para hacer últimos recados y solventar un problemilla del hotel Gili. Pero hemos hablado con gente que nos ha dicho que no tendremos problema para encontrar alojamiento, así que así lo haremos. Ya tenenemos ganas de relax en el paraíso. Será como lo imaginamos???

Con una cena ligera y muuuuchos zumos de frutas nos despedimos.

Un besooooo

 Nos gustan los zumos de fruta fresca, sí, que pasa??? :-P :-D